El Sistema Solar
El Sistema Solar está formado por una estrella central, el Sol, los cuerpos que le acompañan y el espacio que queda entre ellos. Existen nueve planetas que giran alrededor del Sol, ellos son: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón. La Tierra es nuestro planeta y tiene un satélite, la Luna. Algunos planetas tienen satélites, otros no.
Los asteroides son rocas más pequeñas que también giran, la mayoría entre Marte y Júpiter. Además, están los cometas que se acercan y se alejan mucho del Sol.
Ver también Exploración del espacio
A veces llega a la Tierra un fragmento de materia extraterrestre, la mayoría se encienden y se desintegran cuando entran en la atmósfera: son los meteoritos.
Desde siempre los humanos hemos observado el cielo, la invención de los telescopios hace 300 años lo demuestra. Pero la auténtica exploración del espacio no comenzó sino hasta la segunda mitad del Siglo XX. Desde entonces se han lanzado naves hacia el espacio, algunas tripuladas y otras no. Los astronautas se han paseado por la Luna a partir de 1969, año de la llegada del hombre al satélite. Vehículos equipados con instrumentos han visitado algunos planetas y han atravesado el Sistema Solar.
Más allá, la estrella más cercana es Alfa Centauro. Su luz tarda 4,3 años en llegar hasta la tierra. Ella y el Sol son sólo dos entre los 200 billones de estrellas que forman la Vía Láctea, nuestra Galaxia.
Hay millones de galaxias que se mueven por el espacio intergaláctico. Entre todas forman el Universo, cuyos límites todavía no conocemos.
Ver también Meteoritos
Formación del Sistema Solar
Es difícil precisar el origen del Sistema Solar. Los científicos creen que puede situarse hace unos 4.600 millones de años, cuando una inmensa nube de gas y polvo se contrajo, a causa de la fuerza de la gravedad y comenzó a girar a gran velocidad, probablemente, debido a la explosión de una supernova cercana.
La mayor parte de la materia se acumuló en el centro. La presión era tan elevada que los átomos comenzaron a partirse, liberando energía y formando una estrella. Al mismo tiempo se iban definiendo algunos remolinos que, al crecer, aumentaban su gravedad y recogían más materiales en cada vuelta.
También, existían colisiones, millones de objetos se acercaban y se unían o chocaban con violencia y se partían en trozos. Los encuentros constructivos predominaron y, en 100 millones de años, adquirió un aspecto semejante al actual. Después cada cuerpo continuó su propia evolución.
Cuerpos del Sistema Solar
El Sistema Solar está formado por el Sol, los planetas y sus satélites que les acompañan, asteroides, cometas, meteoritos, polvo y gas interplanetario. Las dimensiones de este sistema se especifican en términos de distancia media de la Tierra al Sol, denominada unidad astronómica (UA).
¿Qué es una unidad astronómica?
Una UA corresponde a unos 150 millones de kilómetros. La frontera entre el Sistema Solar y el espacio interestelar – llamada heliopausa – se supone que se encuentra a 100 UA. Los cometas, sin embargo, son los más alejados del Sol; sus órbitas son muy excéntricas, extendiéndose hasta 50.000 UA o más.
Diámetros de satélites y pequeños planetas
Ganimedes es el satélite más grande de Júpiter y el más grande de nuestro sistema solar. Si Ganimedes orbitase alrededor del sol en vez de hacerlo alrededor de Júpiter podría ser clasificada como un planeta. Algunos sistemas planetarios reproducen la estructura de pequeños sistemas solares, en particular los de los planetas mayores que suelen tener algunos satélites de tamaño considerable. Las excepciones son dos: nuestra luna, demasiado grande para la Tierra, y Caronte, el satélite de Plutón.
Reparación del Telescopio Espacial Hubble (HST)
En febrero de 1997, seis astronautas a bordo del Discovery llevaron a cabo una misión de puesta a punto del telescopio espacial Hubble. Esta misión incluía una revisión técnica y la instalación de dos instrumentos de observación: el espectrógrafo STIS (Space Telescope Imaging Spectrograph) y la cámara NICMOS (Near Infrarred Camera and Multi-Object Spectrometer). El espectrógrafo STIS permite observar una línea continua, lo que posibilita estudiar las diversas velocidades a las que la materia gira en torno al centro de una galaxia.